Ha transcurrido un año más. Un año en el cuál podrÃa decir a mis 20 años que ha sido el MEJOR de mi corta vida.
Vaya ¡Qué sorpresa!, ahora sà que este año me sorprendió de una manera que jamás mi mente lo imaginó. Y no lo digo por las cosas malas, o momentos poco agradables por los que atravesé, me enfoco especialmente en esos momentos que me hicieron salir totalmente de mi zona de confort, que sacaron lo mejor de mÃ, me enriquecieron profundamente y que me hicieron entender lo genial que es mi paso por este mundo lleno de retos.
Estoy agradecida por todas aquellas personas que conocà este año, me rodeé de personas valiosas y que están en la misma sintonÃa que yo, incluso fortalecà lazos de amistad con personas de las que jamás pensé. Realmente gracias por estar en mi vida y compartir todo lo que son conmigo.
Aún recuerdo mi primera entrada del año, en dónde exponÃa mi deseo de cambiar, de hacer que realmente este año valiera la pena , de dejar todo aquello que me impedÃa avanzar y también decirle adiós al miedo. Estoy totalmente sorprendida de lo que comenzó con un simple post en el blog, terminó convirtiéndose en realidad, y sÃ, pareciera que lo tenÃa muy claro cuando lo escribÃa, pero no era asÃ, tenÃa bastante MIEDO.
¡Gracias 2018! por todo lo que me hiciste aprender este año, por hacerme aprender a disfrutar mi presente, por hacer que resurgiera esa fuerza interna en mi para superar cualquier obstáculo, por permitir que dejara atrás mis miedos, por hacer que conociera partes de mà que ni yo sabÃa que tenÃa, por sacarme de mi zona de confort de todas las maneras posibles, por poner en mi camino a personas tan lindas que aportan algo bueno a mi vida, por conocer nuevos lugares, por permitirme conocer otro paÃs en una época del año increÃble, por alejarme de personas que no aportaban algo a mi vida, por eso y más, GRACIAS.
En este 2019, sólo quiero vivir, fluir dÃa con dÃa, rodearme de personas con la misma sintonÃa que yo, no preocuparme antes de que las cosas sucedan, amarme más, seguir conociéndome, pero asà como momentos buenos, también estoy abierta a los momentos malos, son los que me fortalecen, me ayudan a crecer, a desarrollarme, pero sobre todo a comprender que no necesito que la vida sea fácil, ya que justamente ahà está el valor de la misma.
Termino el año muy feliz, muy agradecida y muy bendecida, pero sobre todo con ganas de empezar el 2019 con nuevas metas y propósitos, y con toda la actitud para lograrlos.
Con Amor, Karen.